Una empresa de fabricación de cerramientos de tamaño pequeño desde el punto de vista de cantidad de trabajadores, no tiene por qué ser una situación sencilla de gestionar.
Esto es lo que opinaba su fundador cuando se planteó contactarnos para solicitar nuestra ayuda en el uso de herramientas ZOHO.
Su historia empieza cinco años antes y finalmente tras pelear y pelear tratando de usarlas por sí mismo, en planes gratuitos, tomó una decisión: pedir ayuda.
Las herramientas ZOHO, pueden ser gratis en sus planes iniciales, si bien, ésto no quiere decir que usarlas sea gratis para la empresa interesada.
Habitualmente no se tienen en cuenta la totalidad de costes entre los cuales hay que tener en cuenta algunos ocultos como pueden ser…
• El coste dedicado a entender qué es ZOHO
• El coste de decidir qué herramientas ZOHO son las necesarias
• El coste de no reconocer los problemas solucionables por ZOHO
• El coste de no sacar todo el partido a cada opción
• El coste de no tener alguien con quien hablar que nos aconseje
• El coste de desconocer las últimas actualizaciones aplicadas a nuestra empresa
• El coste del desgaste en la empresa si “otra vez” no funciona una idea
• El coste de no diferenciar entre lo estándar y la necesidad de algo a medida
• El coste de no tomar la decisión y dejar pasar más tiempo
Si te fijas, hablándote de estos costes pretendemos que los futuros usuarios entiendan que el mayor coste no es pagar ZOHO o poner ZOHO en marcha, si no que son “el coste de no pedir ayuda” y “el coste de no hacer nada”.
Sea con ZOHO o sea con otras herramientas, toma una decisión y rodéate de personas que te ayuden con una actitud proactiva y positiva, y esto te llevará a avanzar, proporcionándote un crecimiento personal y profesional que no tiene precio.
Este “re-pescado” cliente de ZOHO tomo la decisión, ¿y tú? ¿cuál es tu historia? Cuéntanosla en este formulario!
