“El mundo ya no lo controlan las armas, la energía, o el dinero. Está dominado por unos y ceros pequeños, por pequeños bits de datos.”
-Sneakers, 1992.
Este diálogo de película apareció en 1992, pero encaja perfectamente en la actualidad. Sneakers captó algunas de las áreas oscuras de la web y arrojó algo de luz a la seguridad cibernética, protección de datos, y espionaje cibernético. En 2017, la preocupación por la seguridad es enorme, y tenemos ejemplos reales de fallo en la seguridad de la información: ataques cibernéticos, violación de datos personales, y agencias del gobierno accediendo a los datos personales de los usuarios sin consentimiento. Tras los incidentes como el del mes pasado del robo de datos en Instagram, que dejó expuestos los datos personales de celebridades y usuarios comunes, cualquiera puede empezar a sentirse un poco paranoico con la seguridad en la red.
Pero todo lo que hay que hacer realmente para proteger nuestros datos de criminales cibernéticos, intrusos maliciosos, gobiernos, y espías extranjeros, es hacer que nuestras contraseñas sean difíciles de descifrar y adoptar unos cuantos hábitos básicos que favorezcan una mayor seguridad:
- Almacenar tus contraseñas en una bóveda centralizada que esté encriptada.
- Identificar contraseñas débiles.
- Sustituir las contraseñas débiles por unas más sólidas.
- Usar métodos más seguros para compartir contraseñas.
- Cambiar las contraseñas tras una violación de datos.
- Almacenar tus contraseñas en una bóveda centralizada que esté encriptada.
Es muy común para la gente escribir sus contraseñas en notas con adhesivo o en hojas de cálculo. Esto hace que sea difícil de organizar, al igual de lo poco seguro que es. Para proteger tus cuentas y datos confidenciales, siempre deberías mantener tus contraseñas en un mismo espacio, con alguna clave de seguridad que solo tú puedas saber.
En dicho lugar de almacenamiento centralizado, tus contraseñas y otros datos confidenciales quedan almacenados en un formato encriptado y solo pueden ser desbloqueados con tu clave confidencial. Aunque estos datos encriptados lleguen a manos de usuarios maliciosos, será imposible que accedan al contenido sin tu clave confidencial.
- Identificar contraseñas débiles.
Almacenar tus contraseñas en un espacio centralizado encriptado es tan solo el primer paso. ¿El siguiente? Identificar cuáles de tus contraseñas son débiles. En la práctica, una contraseña débil es aquella que:
- Tiene menos de 12 caracteres.
- Contiene letras, números o caracteres repetidos.
- Contiene parte de nombre de usuario.
- Alguna que hayas usado ya en el pasado.
- Alguna que haya sido reutilizada para otras cuentas.
- Que contenga palabras de diccionario fáciles de adivinar.
- Sustituir las contraseñas débiles por unas más sólidas.
Una vez hecha tu lista de contraseñas débiles, necesitas reemplazarlas con unas más sólidas y personalizadas para cada una de tus cuentas. Este paso puede parecer que es frustrante y da pereza, pero es esencial si quieres reforzar la seguridad de tus cuentas en la red. Es especialmente recomendable incluir una doble autentificación para tus cuentas online para una seguridad adicional.
- Usar métodos más seguros para compartir contraseñas.
Nunca compartas tus contraseñas vía telefónica, email, o notas con adhesivos. Aprovecha las herramientas automatizadas para compartir contraseñas con limitado y controlado acceso. Siempre deberías ser capaz de asignar quien accede a qué contraseña y cuando quieras que esto ocurra.
- Cambiar las contraseñas tras una violación de datos
Expertos en seguridad normalmente nos aconsejan cambiar nuestras contraseñas tras producirse una violación de datos. Por una alerta para términos como “violación de datos” o privacidad, en las Alertas de Google o usa webs como haveibeenpwned.com o idtheftcenter.org para mantenerte actualizado en violación de datos y en incidentes por hackers. Si uno de los servicios que usas se ve comprometido o hackeado, cambia tu contraseña para ese servicio inmediatamente para asegurar una seguridad en tus datos.
Aplica de forma conjunta estos cinco hábitos de seguridad y te ayudarán a asegurar la seguridad de tus cuentas online y mantendrás alejados a los hackers. Ya seas un solo individuo o un negocio, estos hábitos van a requerir que invirtamos recursos de tiempo. Pero puedes adoptar estos cambios de forma sencilla con la ayuda de un administrador de contraseñas como es Zoho Vault.
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Sobre Zoho Vault
Es un administrador de contraseñas online para trabajadores individuales o equipos. Te ayuda a gestionar de forma segura las contraseñas personales de tu compañía. La Edición Personal es gratis y puede recoger a un único usuario. La Edición Estándar empieza por $1 por usuario/mes, y la Edición Enterprise cuesta $7 por usuario/mes.
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Texto original: Chandramouli Dorai Traducción y adaptación: SagitaZ
