Las empresas crecen al participar en nuevos mercados, abordar las necesidades actuales de los clientes y crear productos y servicios, a menudo con los modelos comerciales existentes. En el proceso, pueden pasar por alto un atributo esencial: El propósito por el cual se fundó la empresa.
¿Por qué es importante el “propósito” de la empresa?
El propósito impulsa el crecimiento, las compañías con un alto crecimiento tienen algunas cosas en común. Son proactivos y toman acciones específicas para liderar, guiar y dar forma a su futuro. Estas organizaciones tienen un propósito más allá de las ganancias, se centran en el cliente, la innovación, el desarrollo del ecosistema y la conducción hacia el propósito. Al hacerlo, han realizado tres cambios clave:
Luchar por la cuota de mercado en industrias maduras hasta redefinir el campo de juego
Centrarse en la eficiencia en actividades tradicionales hasta remodelar su propuesta de valor
Liderazgo que administra las operaciones hasta el liderazgo que alinea, involucra y capacita a los interesados
Cómo incorporar el “propósito” a la estrategia corporativa.
Para incorporar un “propósito” en tu estrategia, mira más allá de los beneficios. Las empresas no solo se definen por sus productos y servicios o por los límites de la industria. Las empresas exitosas ayudan a sus clientes a resolver problemas. Evalúan su propósito, pasan de transacciones a relaciones, motivan y alinean a los interesados. En última instancia, eligen decisiones y acciones que dan forma al propósito. Es un cambio de mentalidad importante.
Para las organizaciones que quieran entender su “propósito”, aquí hay algunas preguntas clave:
- De dónde venimos
- ¿Cómo llegamos aquí?
- ¿Qué nos hace únicos para las partes interesadas?
- ¿Por qué nuestros clientes son nuestros clientes?
Cómo no incorporar propósito.
Incorporar el propósito de la empresa no es fácil. Los líderes a menudo fallan al hacer estas tres cosas:
Él propósito está separado de la estrategia. Cuando las empresas hacen esto, tienen un proceso centrado en lo que dicen y otro en lo que hacen. Estos hecho lo que promueven es que el mercado no crea tu marca o producto, porque una cosa es lo que haces y otra lo que dices, cuando está alineado el mercado cree en tus palabras, pero cuando se actúa al contrario, diciendo una cosa y luego se realiza otra totalmente diferente, el mercado ve a tu empresa como todas las demás.
Los objetivos a corto y largo plazo no deben separarse. Las empresas deben liberar tiempo y recursos a corto plazo para priorizar el propósito de hoy.
Contratar empresas de publicidad esperando que tengan buenas ideas de comunicación. A menudo, las mejores ideas provienen de las personas que ya trabajan en la empresa. Es por eso que los líderes deben escuchar a sus empleados. Ninguna agencia externa tendrá la misma visión.
Manteniendo el propósito en el centro.
Las empresas con un propósito determinado continúan redefiniendo su propuesta de valor, trabajan para mantenerse a la vanguardia y aprovechar su conocimiento mientras se centra en el impacto como fuente de crecimiento. Para hacer esto, continúan haciéndose preguntas sobre cómo el propósito impacta en su negocio (en lugar de si lo hace o no):
- ¿Cómo contribuye el propósito a aumentar el crecimiento y la rentabilidad de nuestra empresa?
- ¿Cómo influye el propósito en las decisiones estratégicas y las opciones de inversión?
- ¿Cómo da forma el propósito a nuestra propuesta de valor?
- ¿Cómo afecta el propósito cómo construimos y gestionamos nuestras capacidades?
- ¿Cómo puede estar el propósito en la agenda del equipo de liderazgo cada vez que se reúnen?
El propósito respalda valor empresarial.
El propósito, los valores, el comportamiento y la cultura están todos entrelazados.
El propósito da forma a los valores: los valores se traducen en un comportamiento aceptable y, con el tiempo, el comportamiento se convierte en cultura. Es fundamental preguntar cómo influirá tu propósito en lo que se espera de los empleados, por lo que nos lleva a la siguiente pregunta ¿Qué comportamiento es aceptable? Esto debe reflejarse en los valores y cultura. La cultura no cambia de la noche a la mañana.
Al poner el propósito en el centro de la estrategia, las compañías redefinen el campo de juego, generando más valor en todos sus procesos y con la vista puesta en sus proveedores y en sus clientes. También es importante, poder unificar tu organización, motivar a tus socios clave para crear un impacto más amplio. “No se trata de reducir costes; se trata de crear valor juntos «.
Cómo empezar
Comienza con los empleados y dales una oportunidad para vivir sus valores. El voluntariado en el lugar de trabajo puede lograr esto. Devolver no es solo una de las formas más rápidas de construir una cultura sólida, una que refleje valores corporativos positivos, sino que también mejora el reclutamiento, la satisfacción y la retención de los empleados.
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